Anécdotas empresariales: percepción, atención, sinceridad
Anécdotas empresariales – Anécdota del portaviones
Un portaaviones había estado de maniobras en el mar con tempestad durante varios días. Poco después de que oscureciera, el vigía que estaba en el extremo del puente informó:
– «Luz a estribor».
– «¿Rumbo directo o se desvía hacia popa?», gritó el capitán.
– El vigía respondió «Directo, capitán», lo que significaba que nuestro propio curso nos estaba conduciendo a una colisión con aquel buque.
– El capitán llamó al encargado de emitir señales. «Envía este mensaje: Estamos a punto de chocar; aconsejamos cambiar 20 grados su rumbo.»
– Llegó otra señal de respuesta: «Aconsejamos que ustedes cambien 20 grados su rumbo».
– El capitán dijo: «Contéstele: Soy capitán; cambie su rumbo 20 grados».
– «Soy marinero de segunda clase —nos respondieron—. Mejor cambie su rumbo 20 grados.»
– El capitán ya estaba hecho una furia. Espetó: «Conteste: Soy un portaaviones. Cambie su rumbo 20 grados».
– La linterna del interlocutor envió su último mensaje: «Yo soy un faro».
Con el cambio de paradigma llego a la conclusión de que:
- el faro no va a cambiar el rumbo.
- mi barco no tiene las de ganar.
El cambio de paradigma experimentado por el capitán ilumina la situación de un modo totalmente distinto. Podemos ver una realidad que aparecía reemplazada por una percepción limitada.
Anécdotas empresariales: El síndrome del foso de orquesta
El síndrome del foso de orquesta es un fenómeno de la comunicación que viene a decir que en los medios de comunicación lo impactante está por delante de lo importante. Por ejemplo:
Un político sube a un escenario y realiza una presentación estupenda, arrancando la admiración del público. Cuando sube su rival, antes de empezar su discurso, se tropieza y cae en el foso de la orquesta. ¿Quién se hará con los titulares al día siguiente? Una frase llamativa o una reacción fuera de lugar, se pueden convertir en el resumen de una estupenda (hasta el momento) entrevista o rueda de prensa, por eso, en la medida de lo posible, hay que evitar las frases llamativas que se puedan sacar de contexto. (Ojo, estas frases llamativas muchas veces vienen por salirse del guión preestablecido e improvisar).
La importancia de la auto percepción
Por ejemplo:
- No puedo dejar de fumar // ¿Cómo puede dejar de fumar?
- No puedo pagarlo // ¿Cómo puedo pagarlo?
Anécdota Bill Clinton. Ocultar los errores
Se ha sabido que los responsables de custodiar el código de seguridad que permitía al presidente Bill Clinton activar el lanzamiento de misiles perdieron dicho código y lo ocultaron durante tres meses. Durante ese tiempo la seguridad norteamericana estuvo en grave peligro.
Frecuentemente sucede que cuando hacemos algo mal, en lugar de decirlo para que se pueda poner rápidamente remedio, lo que hacemos es ocultarlo. Normalmente las consecuencias de no atajar el problema al principio son mucho peores. Un error imperdonable es que los directivos faciliten esta conducta entre sus subordinados, por ejemplo, poniendo mala cara ante los errores que comete su gente.
Es muy humano el cometer errores. Si al equivocarte lo que te espera es una reprimenda del jefe, entonces los incentivos para ocultar el error son muy grandes. Un buen directivo debe saber que en su empresa va a haber cosas que salgan mal y que es su trabajo conseguir que lo que sale mal se arregle. Si se penaliza cuando las cosas no suceden como estaban previsto, la gente ocultará los errores hasta que la situación sea insostenible.
No premies la sinceridad con una bronca o un despido, porque la siguiente vez ya se sabrá lo que hay que hacer: callarse.