Se empieza con un pensamiento y se termina en un destino

hebras y cuerdas
De Chris Blakeley en Flicker

«Siembra un pensamiento, cosecha una acción; siembra una ac­ción, cosecha un hábito. Siembra un hábito, cosecha un carácter; siembra un carácter, cosecha un destino», dice el proverbio.

Básicamente, nuestro carácter está compuesto por nuestros hábi­tos. Los hábitos son factores poderosos en nuestras vidas. Dado que se trata de pautas consistentes, a menudo inconscientes, de modo constante y cotidiano expresan nuestro carácter y generan nuestra efectividad… o inefectividad.

Según Horace Mann, «Los há­bitos son como hebras. Si día tras día las trenzamos en una cuerda, pronto resultará irrompible».

O como dijo Aristóteles. «Somos lo que hacemos día a día. De modo que la excelencia no es un acto, sino un hábito».

El valor de las cosas pequeñas

  • Siembras un pensamiento, cose­chas una acción. 
  • Cosechas una acción, siembras un hábito.
  • Siembras un hábito, cosechas un carácter.
  • Siembras un carácter, cosechas un destino.

Tu carácter se fragua cuando obras de un modo acorde con los principios que he mencionado antes.

Aprendizaje negativo en las organizaciones

Pérez López comenta el cuento del pastor que para divertirse, mentía diciendo que viene el lobo. La gente acude y él se divierte. De modo que se siente más animado a repetir la decisión, aunque la gente del pueblo no acude tanto como la primera vez.

Pero llega el lobo de verdad y llama a la gente: esta vez la gente no acude. La organización se ha roto. Inicialmente era un plan de acción eficaz (en el corto plazo), pero puede estar destruyendo las condiciones de la eficacia futura. Se ha solucionado un problema inmediato –eficacia ahora– pero a costa de generar mayores problemas: la acción ha sido una mala decisión. Se está produciendo aprendizaje negativo.

El valor de la educación

La verdadera definición de la educación es sacar a luz su propio genio, no solamente recibir información. Por eso, la labor de un verdadero educador consiste en encontrar (o promover) el interés del niño en un determinado tema y que ésto le ayude a descubrir su genio.

El valor del tiempo

  • Para comprender el valor de un año, pregúntale a un estudiante que ha suspendido un examen final
  • Para comprender el valor de un mes, pregúntale a una madre que ha dado a luz un bebé prematuro
  • Para comprender el valor de una semana, pregúntale a un editor de una publicación semanal
  • Para comprender el valor de una hora, pregúntale a los novios que esperan para verse.
  • Para comprender el valor de un minuto, pregúntale a una persona que ha perdido el tren, el avión o el autobús
  • Para comprender el valor de un segundo, pregúntale a una persona que ha sobrevivido a un accidente.
  • Para comprender el valor de una centésima de segundo, pregúntale a un atleta que ha ganado una medalla de plata en una olimpiada.

Por unaibenito

Desde el 2009 trabajo como Consultor y Formador de Marketing Online. Especializado, de forma muy resumida, en dos áreas: - En diseñar e implementar estrategias en las Redes Sociales con el fin de generar comunidad y trabajar la Reputación Online. (Community Manager y Social Media Strategist). - Crear Campañas SEM en Google Adwords. (Técnico en Adwords).

6 comentarios

  1. Parece muy simple esa frase de que se empieza por un pensamiento..pero es asi..una idea pasa por tu cabeza..se convierte en pensamiento….y acabas realizando acciones para que te lleven a ese destino…es una frase mas compleja de lo que parece.

    Un abrazo.

  2. A mi me hizo pensar «Siembra un pensamiento, cosecha una acción; siembra una acción, cosecha un hábito. Siembra un hábito, cosecha un carácter; siembra un carácter, cosecha un destino».
    Mi destino en 50 años lo estoy determinando hoy con lo que hago.

  3. Para mí significa que quien pueda seguir este proverbio se formará en un hombre no silo en un ciudadano

  4. Esta frase habla más sobre vigilar nuestros pensamientos, porque así como los buenos pensamientos te pueden llevar a un buen destino, los malos pensamientos también te pueden llevar a un pésimo destino.

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