Muy sugerente lo que dice Covey en su libro “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva”
Los guiones de Hollywood, por lo general, nos convence de que somos un producto de nuestros sentimientos (de los que no somos responsables). Pero Hollywood no describe la realidad.
Si nuestros sentimientos controlan nuestras acciones, ello se debe a que hemos renunciado a nuestra responsabilidad y que permitimos que los sentimientos nos gobiernen.
Las personas reactivas funcionan por el sentir. Sin embargo las personas proactivas hacen hincapié en el verbo amar. Amar es algo que se hace: los sacrificios que se hacen, la entrega de uno mismo, como una madre que pone un recién nacido en el mundo. Para estudiar el amor, hay que estudiar a quienes se sacrifican por los otros, incluso por personas que los hieren. Los padres tienen el ejemplo del amor que en ellos mismos despiertan los hijos por los que se sacrifican. El amor es un valor creado por medio de acciones amatorias. Las personas proactivas subordinan los sentimientos a los valores.
Muchas veces sentir y amar irán de la mano, pero en las épocas que los sentimientos se nublen, no podemos pensar que ha desaparecido el amor. Ahora es el momento en el cual el amor, y los actos de amor, se hacen más “reales” y menos interesado.